El 26 de septiembre de 2025 se publicó en Nature Microbiology, una revista científica de primer nivel conocida por publicar investigaciones importantes y novedosas sobre el mundo microbiano, el artículo: “A roadmap for equitable reuse of public microbiome data” (encontrar en: https://www.nature.com/articles/s41564-025-02116-2), el que describe una nueva forma de compartir datos con información sobre microorganismos (como bacterias, hongos y virus). La idea es que sea más justo para todos los científicos, especialmente para aquellos que generan estos datos en primer lugar.
¿Qué es un Microbioma?
Para entender mejor esta noticia, es importante saber ¿qué es un microbioma? Un microbioma es como una comunidad de muchos tipos de microorganismos (bacterias, hongos, virus y otros) que viven juntos en un lugar específico. Por ejemplo el intestino de una persona, el suelo de un bosque, o incluso una planta del desierto. Estudiar los microbiomas nos ayuda a entender cómo funcionan estos ecosistemas y cómo los microbios influyen en nuestra salud y en el medio ambiente.
Ya se han descrito algunos vínculos entre los microbiomas y la salud humana, y actualmente la investigación de los microbiomas en ambientes extremos está revelando estrategias únicas de adaptación a la vida en condiciones adversas. Este conocimiento tiene un enorme potencial para aplicaciones biotecnológicas innovadoras, desde el desarrollo de nuevos materiales hasta la creación de procesos industriales más eficientes y sostenibles.
Autores y colaboración chilena
Los autores principales de este estudio son Laura A. Hug; Roland Hatzenpichler; Cristina Moraru; André R. Soares; Folker Meyer, Anke Heyder y Alexander J. Probst. Investigadores canadienses y alemanes. Además se declara en la autoría a “The Data Reuse Consortium”, el que está conformado por 300 científicos a nivel mundial, 3 de ellos son chilenos: los doctores Juan Ugalde (Universidad Andrés Bello, Santiago) y J.A. Baeza (Departamento de Biología Marina, Universidad Católica del Norte, Coquimbo), mientras que de nuestra región participa la Dra. Bernardita Valenzuela (Departamento de Educación, Facultad de Educación, Universidad de Antofagasta, Antofagasta).
Problema actual: las reglas antiguas no sirven para la cantidad de datos actuales
En la publicación los científicos explicaron que, hoy en día, se producen muchísimos datos sobre microbiomas, mucho más que antes. Las reglas sobre cómo compartir esos datos se hicieron hace años, cuando no había tanta información. Entonces, esas reglas ya no son tan útiles.
El estudio indica: "Hace mucho tiempo, en 2003, los científicos hicieron un acuerdo (llamado FLA) para compartir datos genéticos libremente. Pero eso fue antes de que tuviéramos tanta información sobre los microbiomas y antes de que fuera fácil para muchos laboratorios secuenciar el ADN. Ahora, las bases de datos son millones de veces más grandes que antes."
Una "Etiqueta" para los datos
La solución que proponen es como ponerle una "etiqueta" a cada conjunto de datos de microbios. Esta etiqueta se llama DRI (Data Reuse Information). Si un científico en cualquier lugar del mundo quiere usar esos datos, la etiqueta le dice quién los creó y cómo puede contactarlos.
¿Por qué es importante?
Esta iniciativa promete facilitar la colaboración entre científicos, permitiéndoles trabajar juntos de manera más eficiente y comprender mejor los datos disponibles. Además, ayudará a evitar confusiones sobre la autoría y el uso adecuado de la información, promoviendo prácticas más transparentes y responsables. Finalmente, al asegurar que el trabajo de los científicos sea reconocido, se espera incentivar a más investigadores a compartir sus datos, enriqueciendo el conocimiento científico a nivel global.
Región de Antofagasta: microbiomas extremos bajo la lupa.
La participación de la Dra. Bernardita Valenzuela, académica del Departamento de Educación de la Universidad de Antofagasta e investigadora del Instituto Antofagasta, se centra en valiosos datos de microbiomas procedentes de ecosistemas únicos de la región: plantas del desierto costero, sistemas geotermales y ambientes hiperáridos del desierto y altiplano.
Estos entornos extremos albergan microorganismos poliextremófilos, seres diminutos con capacidades asombrosas para vivir en condiciones adversas para la vida comúnmente conocida.
La Dra. Valenzuela, junto a su equipo compuesto por el Dr. Pedro Zamorano, Mg. Francisco Solís y su estudiante de doctorado Mg. Mayra Cayo, estudian estos microorganismos debido a su potencial para revelar mecanismos de adaptación – comprendiendo cómo se adaptan a condiciones extremas, lo que puede dar pistas sobre la vida en otros planetas (Astrobiología) o sobre cómo enfrentar el cambio climático – y descubrir su riqueza genética, explorando genes con posibles aplicaciones en biotecnología, desde nuevos medicamentos, soluciones para la agricultura sostenible o mejoras de procesos industriales.
El equipo de científicos está firmemente comprometido con la ciencia abierta, liberando sus datos para que más científicos puedan unirse a la exploración de estos fascinantes ecosistemas regionales y acelerar el descubrimiento de nuevos conocimientos.