La liberación por error de dos internos en las cárceles de Copiapó y La Serena desató una crisis en Gendarmería de Atacama. La institución reaccionó suspendiendo a varios funcionarios y removiendo de su cargo al director regional, señalando que la situación fue consecuencia de revisiones deficientes de órdenes judiciales y de la falta de cotejo de causas pendientes.
Uno de los casos corresponde a un reo que debía seguir cumpliendo condena por receptación, mientras que el otro estaba bajo prisión preventiva por microtráfico y tenencia de un teléfono celular dentro del penal.
Si bien el primero fue recapturado poco después de haber sido liberado, el segundo aún se mantiene prófugo.